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POSICIÓN SOBRE POLÍTICAS 01/2009: ESTÁNDARES SOBRE FINANCIAMIENTO POLÍTICO Y DISCRECIONALIDAD

La calidad del gobierno y la eficacia de la democracia se ven menoscabadas cuando la corrupción distorsiona el financiamiento de los partidos políticos y las campañas y, de este modo, logra afectar a la competencia entre los candidatos y frustrar las elecciones. Por ejemplo, los procesos electorales pueden verse influidos en forma indebida cuando organizaciones que persiguen su propia agenda política “donan” cantidades significativas y no explicitadas de dinero a los partidos políticos. Los partidos y candidatos políticos también distorsionan el proceso cuando recurren a la compra de votos en lugar de centrarse en la calidad de sus mensajes de campaña. Sin embargo, los perjuicios no se limitan únicamente al proceso electoral. La calidad del gobierno se ve seriamente comprometida cuando las decisiones de los políticos electos no benefician los intereses del público en general sino de quienes financiaron su ascenso al poder.