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El Índice de Percepción de la Corrupción 2006 confirma la relación entre pobreza y corrupción

El IPC demuestra que la maquinaria de la corrupción está bien engrasada, a pesar de la mejora legislativa

El Índice de Percepción de la Corrupción 2006 (IPC) publicado hoy por Transparency International (TI) apunta una estrecha correlación entre la corrupción y la pobreza, que se materializa en una acumulación de estados empobrecidos al final de la clasificación.

“La corrupción atrapa a millones de personas en la pobreza,” afirmó Huguette Labelle, presidenta de Transparency International. “A pesar de la década de avances en la definición de leyes y normativas anticorrupción, los resultados que hoy presentamos indican que todavía queda mucho por hacer antes de que podamos registrar una mejora significativa en las vidas de los ciudadanos más pobres del mundo”.

El Índice de Percepción de la Corrupción 2006 es un índice compuesto que parte de múltiples encuestas de opinión a expertos y que sondean las percepciones sobre la corrupción en el sector público en 163 países de todo el mundo. Se trata del planteamiento más ambicioso de todos los IPC elaborados hasta hoy. Puntúa a los países según una escala del cero al diez, siendo el cero el valor que indica los niveles más elevados de corrupción percibida y el diez el valor que señala los niveles más bajos.

Los resultados del IPC 2006 ponen de manifiesto una fuerte correlación entre corrupción y pobreza. Casi tres cuartas partes de los países del IPC tienen una puntuación inferior a cinco (incluidos todos los países con ingresos bajos y todos los estados africanos menos dos), lo cual demuestra que la mayoría de los países del mundo se enfrentan a unos niveles graves de corrupción nacional percibida. Setenta y un países —cerca de la mitad— se sitúan por debajo del tres, lo que indica que la corrupción se percibe como una realidad extendida. Haití presenta la puntuación más baja con un 1,8; Guinea, Irak y Myanmar comparten la penúltima posición, cada uno con una puntuación de 1,9. Finlandia, Islandia y Nueva Zelanda comparten la puntuación más alta con un 9,6.

Entre los países con un empeoramiento significativo de los niveles de corrupción percibida se encuentran: Brasil, Cuba, Israel, Jordania, Laos, Seychelles, Trinidad y Tobago, Túnez y Estados Unidos. Entre los países con una mejora significativa de los niveles de corrupción percibida se encuentran: Algeria, la República Checa, la India, Japón, Letonia, Líbano, Mauricio, Paraguay, Eslovenia, Turquía, Turkmenistán y Uruguay.

Al final de la clasificación se observa una concentración de los denominados “estados fracasados”. Irak ha descendido a la penúltima posición, a pesar de que los datos de un estudio anterior a la guerra ya no están incluidos en el IPC de este año.

Mientras que los países industrializados registran puntuaciones relativamente elevadas en el IPC 2006, seguimos observando grandes escándalos de corrupción en muchos de ellos. A pesar de que en este contexto la corrupción puede tener repercusiones menores sobre la pobreza y el desarrollo que en los países en vías de desarrollo, estos escándalos demuestran que no quedan motivos para la autocomplacencia.

LOS INTERMEDIARIOS

Los magros resultados de muchos países indican que los intermediarios quienes actúan para facilitar la corrupción siguen ayudando a las clases políticas a blanquear, guardar y beneficiarse de otras formas de la riqueza adquirida injustamente, lo que a menudo incluye activos estatales saqueados. La presencia de intermediarios dispuestos a colaborar - a menudo formados en potencias económicas o que operan desde ellas - fomenta la corrupción; esto implica que los corruptos saben que habrá un banquero, contable, abogado u otro especialista dispuesto a ayudarles a generar, mover o guardar sus ingresos ilícitos.

El escándalo Anglo-Leasing en Kenia y otros escándalos de este tipo nos ofrecen un buen ejemplo: en este caso la apropiación inadecuada de fondos públicos fue posible gracias a la firma de contratos fraudulentos en los que se utilizaron sofisticadas empresas fantasma y cuentas bancarias en jurisdicciones europeas y exteriores, según John Githongo, anterior jefe de la agencia anticorrupción de Kenia. Y, de acuerdo con el Índice de Fuentes de Soborno de Kenia elaborado por el capítulo de TI en Kenia, los sobornos cuestan a los kenianos cerca de mil millones de dólares cada año, a pesar de que más de la mitad de la población vive con menos de dos dólares al día.

Un acto de corrupción implica a quien da (la parte suministradora) y un interesado (la parte solicitante). TI aboga por la aplicación de medidas contundentes para reducir la parte suministradora de sobornos, incluida la persecución penal de sobornos en el extranjero en virtud de la Convención Contra el Soborno de la OCDE, así como de la parte solicitante, incluida la publicación de activos de los funcionarios y la adopción de códigos de conducta

Sin embargo, la transacción suele ser posible gracias a la implicación de profesionales de muchos campos. Los intermediarios corruptos ponen en contacto a donantes y a interesados generando un ambiente de confianza mutua y reciprocidad; intentan dar una apariencia legal a transacciones corruptas elaborando contratos legalmente ejecutables; y les ayudan a asegurarse de que disponen de un chivo expiatorio en caso de ser descubiertos.

“Las empresas y asociaciones profesionales de abogados, contables y banqueros tienen la gran responsabilidad de emprender una acción más firme contra la corrupción,” afirmó David Nussbaum, director general de Transparency International. “No obstante por su parte los fiscales, auditores forenses y especialistas en el cumplimiento de la ley, se pueden convertir en baluartes de una lucha victoriosa contra la corrupción.”

Transparency International recomienda:

  • El fomento y, cuando sea necesario, la adopción de códigos de conducta orientados específicamente a evitar la corrupción por parte de las asociaciones profesionales, Por ejemplo, la International Bar Association, la International Compliance Association, y asociaciones profesionales de contables;
  • La capacitación profesional para garantizar que los intermediarios honestos comprendan mejor su función;
  • Sanciones legales o profesionales para profesionales de derecho, economía o contabilidad que permiten la corrupción;
  • Un examen más exhaustivo de la función de los centros económicos que presentan una transparencia insuficiente a la hora de facilitar transacciones corruptas.

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Transparency International es la organización mundial de la sociedad civil que lidera la lucha contra la corrupción.

Nota a los editores:

El 4 de octubre de 2006, TI publicó el Índice de Fuentes de Soborno, documento que se centra en la parte “suministradora” de la corrupción en términos de la propensión a pagar sobornos en el extranjero por parte de empresas incorporadas en los principales 30 países exportadores..

El 7 de diciembre, TI publicará el Barómetro Global de la Corrupción 2006, el cual se centra en la percepción pública del nivel de corrupción en instituciones importantes como los tribunales, el parlamento y la policía. El Barómetro se publica con motivo del Día Internacional Contra la Corrupción, el 9 de diciembre de 2006.

Haga clic aquí para ver la tabla del IPC 2006

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